lunes, 26 de julio de 2021

LA HISTORIA IMPOSIBLE DE SEBASTIAN COLE

Durante bastante tiempo me costaba mucho recomendar buenos libros para la franja de edad comprendida entre los nueve y los doce años. O me pasaba o me quedaba corto. Es una edad en la que los niños ya están dejando la inocencia de la infancia, pero aún no son adolescentes, y no lograba dar con libros que supieran encajar con esa transición. Afortunadamente, cayeron en mis manos los libros de Maria Parr editados por Nórdica (Tania Val de Lumbre, y luego Corazones de gofre, y su continuación, Lena, Theo y el mar) y vi la luz. Eso era. Ese era el tono. La forma de conectar con ellos. Luego fueron llegando, entre otros, Brujarella, con las exquisitas ilustraciones del propio Iban Barrenetxea, las irresistibles peripecias de los diminutos Incursores, y ahora he descubierto esta maravilla de Ben Brooks para seguir alimentando de buena literatura a los futuros adolescentes. 

Este libro trata sobre dos niños, Emma y Oleg, que se inventan una realidad alternativa porque su realidad no les gusta. Trata sobre una abuela polaca que escribe en un ático en penumbra libros que nunca consigue terminar y que cree que "es de vital importancia que sigamos inventando cosas. Cuantas más, mejor. Porque todo lo que existe hoy en día empezó siendo una idea en la cabeza de alguien". Trata sobre una aparición inesperada, una persecución, un viaje, un rescate, una confabulación delirante. Trata sobre lo imposible, y cómo a menudo es mucho más posible de lo que creemos. 

Trata también sobre una idea muy sencilla que los niños intuyen sin esfuerzo pero que se nos olvida cuando nos volvemos adultos. Una idea loquísima que dice que cuanta más gente cree en algo, por descabellado que parezca, más real se vuelve. Vivimos en un mundo de ficciones, el dinero o los países no son más que ficciones, historias inverosímiles que hemos vuelto reales a fuerza de creer en ellas. El mundo se sustenta mediante la confianza global en una serie de fantasías no más serias que las fantasías de los cuentos infantiles. Que parezcan imposibles o posibles sólo dependen de nuestra capacidad de imaginación. Y de si las necesitamos para vivir. 

Y sobre todo, trata de Sebastian Cole. 

Sebastian Cole es un niño como cualquier otro. Tiene un bolso del que salen nuggets de pollo, habla polaco, sabe hacerles cosquillas a los peces, se inventa bailes imposibles y tiene una respuesta para cada pregunta (aunque casi nunca sea la respuesta que te esperas). Si no fuera por el pequeño detalle de que en realidad es un niño imaginario, Sebastian Cole pasaría por lo que se dice un niño de lo más normal. 

Desde hace un tiempo nunca me faltan buenos libros que recomendar para niños de entre nueve y doce años. Pero si algún día desaparecieran misteriosamente todos los libros infantiles y sólo quedara La historia imposible de Sebastian Cole, no pasaría nada. A partir de esta maravilla de Ben Brooks, y con la ayuda de la encantadora abuela polaca, se pueden volver a escribir todas las historias. Toda la amistad. Todo el mundo. 




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