viernes, 20 de diciembre de 2019

NUESTROS DIEZ CÓMICS FAVORITOS

Hace unos cuatro o cinco años decidimos ponernos al día con los cómics, invitarlos a la librería con una sección decente y dedicarles la atención que se merecen. Y cada día disfrutamos más ese momento entre novela y novela, entre ensayo y ensayo, en el que nos zambullimos en esta otra forma de literatura, de contar historias con ilustraciones que tantísimas posibilidades tiene. Cada vez más diversos, más expresivos, más audaces, no dejamos de encontrar en los cómics verdaderas obras de arte capaces de transmitir emociones potentísimas y de contar historias universales aunando de mil maneras literatura e ilustración.
Esta es nuestra selección de lo mejor que hemos leído en 2019.

¡Cosecha Benedetti!



1. Jonas Fink, de Vittorio Giardino (Norma, 35€).

Vittorio Giardino ha dedicado a esta obra más de veinte años de su vida. Una obra sobre la historia de Praga desde 1949 hasta 1968, sobre los muros que los hombres levantan entre países y entre personas, por miedo a que su idea del mundo pueda ser puesta en entredicho.
Jonas Fink es hijo de un médico condenado a prisión por negarse a ser cómplice de la dictadura comunista que se impuso en Checoslovaquia a partir de 1949. Expulsado de la escuela, condenado a trabajar para escapar de la miseria, pronto encuentra en los libros una forma de evasión y de traer a casa un sueldo de subsistencia. También es un homenaje a las librerías como focos de resistencia. Librerías como refugios, como trincheras desde las que defender la palabra y la idea de futuro.



2. El día 3, de Cristina Durán y Miguel Á. Giner Bou (Astiberri, 18€).

El día 3 de julio de 2006, un vagón de metro descarriló entre las estaciones de Jesús y Plaza de España de Valencia debido a que circulaba a más del doble de la velocidad permitida.
El día 3 de julio de 2006, 43 personas fallecieron y 47 resultaron heridas en el accidente de metro más grave de la historia en España.
El día 3 de julio de 2006, la vida se paró para decenas de familias que vieron cómo ningún representante de la compañía ferroviaria ni del Gobierno valenciano tenía intención de asumir ninguna responsabilidad.
El día 3, Premio Nacional de Cómic 2019, es a la vez un dedo acusador y una mano abierta compasiva, un grito de rabia y una canción de consuelo. 


3. La balada del norte, volúmenes 1, 2 y 3, de Paco Roca (Astiberri, 18€).

Zapico, uno de los más brillantes historietistas españoles, está creando una obra impresionante sobre la Revolución de 1934. A través de una ambigua historia de amor entre el hijo del dueño de una compañía minera y la hija de uno de los líderes de la revolución, retrata de forma magnífica el clima de violencia, la angustia de los trabajadores, el desprecio de los empresarios y el caos que reinaron en Asturias durante aquel mes de octubre, dejando para el tercer tomo, presumiblemente, las consecuencias de la represión y el destino de esa pareja improbable. La revolución de octubre de 1934 fue la última revolución social de Europa Occidental. Y aunque fracasó, pronto se convirtió en un mito para la izquierda, a la altura de la Comuna de París o de la Revolución Rusa.


4. Intisar en el exilio, de Pedro Riera y Sagar (Astiberri, 22€).

Este cómic furioso, divertido, directo y moderno es un puñetazo en el centro de la cara del machismo salvaje que impera en la cultura yemení. Con su desparpajo, Intisar nos acerca Yemen a nuestro sofá, a nuestra ciudad occidental donde, a pesar de la distancia con los países árabes, las mujeres siguen estando lejos de haberse liberado de ser juzgadas desde niñas por aspectos que no pueden controlar. También es un puñetazo en el centro del machismo de nuestra sociedad, aún tan visible, tan cotidiano. De repente, Yemen ya no es el desierto árido y medieval que muchos imaginan, sino un país en guerra poblado por gente con inquietudes muy parecidas a las nuestras. Y con la necesidad de libertad y justicia que todos compartimos en todos los países del mundo.


5. Mandela y el general, de John Carlin y Oriol Malet (Debolsillo, 15,95€).

A principios de los noventa, el odio racial en Sudáfrica, alimentado por cincuenta años de violencia institucionalizada, había cristalizado en la amenaza de una guerra civil. Mandela comprendió que el peligro consistía en que los blancos, tal y como decían sus proclamas, siguieran pensando que los negros eran unos perros rabiosos, sedientos de venganza, que querían acabar con todos ellos. Para combatir esa idea, se le ocurrió hacer lo que ya le había funcionado otras veces: invitar a Constand Viljoen a tomar el té. Y, de nuevo, ocurrió el milagro. Viljoen descubrió que ese hombre, tras pasar más de treinta años encerrado en una cárcel por culpa de sus ideas, no sólo no estaba sediento de venganza, sino que ofrecía una sonrisa, una inteligencia despierta y las manos abiertas al líder de los que lo querrían muerto, con el objetivo de salvar a su país, el país de los dos, de un baño de sangre.



6. Bajo un nuevo cielo, de Kei Fujii y Cocoro Hirai (Ponent Mon, 22€).

Bajo un nuevo cielo cuenta cuatro historias. Cuatro historias en las que a los protagonistas les quitan algo y tienen que aprender a vivir con esa carencia, cuatro historias en las que sólo el amor y la perseverancia pueden abrir las puertas de un mundo nuevo, bajo un nuevo cielo.
Hemos revivido con este cómic lo que sentimos con El pájaro azul: una avalancha de emociones. En pocos cómics hemos visto primeros planos tan expresivos y una capacidad de expresar júbilo, angustia o desesperanza tan poderosa. 




7. La divina comedia de Oscar Wilde, de Javier de Isusi (Astiberri, 29€).

Un escritor genial sin ninguna obra genial, así le describían sus amigos. Decían que bastaba estar a su lado un par de horas para darse cuenta de que nada de lo que había escrito podía compararse con su genialidad como conversador. Puso su genio en su vida, y solamente su talento en su obra, como él dijo. Y se pasó los últimos años de su vida, desde su salida de la cárcel, sin escribir nada. Sólo viviendo. Viviendo y contemplando las estrellas desde el fango.
Este cómic cuenta las andanzas por París durante los últimos años de su vida. Lo había perdido todo, pero seguía siendo un imán, un genio caído en desgracia, un ejemplo para cualquier letraherido que se dejara embriagar por la bohemia de la ciudad más bonita del mundo. 



8. Niño prodigio, de Michael Kuppermann (Blackie Books, 19,90€).

Joel Kupperman fue quizá el niño más famoso de Estados Unidos para toda una generación. Entre los años treinta y cuarenta participó en centenares de programas del Quiz Kids, primero en la radio y después en la televisión, respondiendo correctamente a todo tipo de preguntas imposibles. Desde los seis años era capaz de resolver de cabeza cualquier cálculo matemático imaginable, y se convirtió en un ídolo de masas yanqui durante la Segunda Guerra Mundial. Pero, ¿de verdad quería estar todos los viernes delante de todo el país respondiendo preguntas? ¿De qué le servía a él toda esa inteligencia disparatada?
Este cómic es la historia de la infancia de Joel Kupperman contada por Michael Kupperman, su hijo. Una indagación en los traumas silenciados de un hombre que parecía haber nacido teniendo una respuesta correcta para todo. Excepto para las preguntas que no era capaz de imaginar.


9. Irmina, de Barbara Yelin (Astiberri, 27€).

Irmina, la joven alemana protagonista de esta historia, se enamora de un universitario negro llamado Howard en el Londres de los años treinta, y ve cómo la situación política de su país, junto a su situación personal, la alejan con fuerza de él. Cuando un día el correo le devuelve la última carta dirigida a Howard, se da por vencida y, poco a poco, empieza a dejarse llevar por el torbellino social de su país. Hasta entonces nunca se había interesado por la política. Había decidido no querer ver ni saber las consecuencias del terror nazi. Se había puesto la venda que voluntariamente se pusieron millones de alemanes hasta el final de la guerra para no tener que cargar después con el peso del horror del que de alguna manera habían sido cómplices.



10. La misión de Alou, de Christian Lax (Ponent Mon, 32€).

Alou encuentra un día una estatuilla de madera que se ha salvado milagrosamente de la destrucción yihadista en su país, Mali. Ya se sabe que su devoción fanática persigue todo aquello que no se ajuste a su estrechísima concepción del mundo, ya sean personas o representaciones artísticas. Cuando se entera de la antigüedad de la estatuilla, llamada Maternidad roja, y de su valor incalculable, decide esconderla para ponerla a salvo. Pero, ¿cómo conseguirlo si su propia vida corre el mismo peligro que la Maternidad roja que se ha propuesto salvar de la destrucción?






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