lunes, 11 de octubre de 2021

VOLVER A DÓNDE

"Quería fijarme en lo específico de este tiempo nuevo, lo concreto, lo que se olvida porque nadie le da importancia, lo que no aparece en los libros de historia, lo que no puede recordar más que quien lo ha vivido". 

Los tres meses de confinamiento ("este tiempo nuevo") fueron una experiencia que compartimos la mayoría por igual. Uno podría pensar que nadie querría leer sobre lo que todos hemos vivido, que lo interesante de la literatura está en mostrarnos realidades que nunca llegaríamos a conocer fuera de ella. Sin embargo, Muñoz Molina consigue que lo experimentado por la mayoría cobre vida de una forma nueva, haciendo brotar de lo que hasta ahora nos había parecido irrelevante un pequeño y milagroso acontecimiento. Ese es el mérito de este libro, me parece. Convertir en diamantes esos trozos de existencia que siempre habíamos visto como carbón. 

Este libro está compuesto de pequeños capítulos que, como entradas de diario, van entrelazando reflexiones sobre el confinamiento con recuerdos familiares del autor. Lo he leído despacio, con cuaderno y bolígrafo siempre a mano para apuntar frases sueltas, fogonazos de clarividencia capaces de alumbrar las oscuridades más tenaces. Como Muñoz Molina, yo también sentí (y sigo sintiendo a menudo) "la necesidad de huir del ruido del mundo, y del otro ruido no menos confuso y dañino que hay tantas veces dentro de uno mismo". Como él, necesité parar para darme cuenta de muchas cosas y empezar a pensar de otra forma sobre mi entorno y sobre mí mismo. Y como él, contemplé con fascinación las ciudades deshabitadas y me lamenté de la ocasión perdida para convertirlas en lugares más habitables y saludables para todos. 

Mezcla de memoria familiar, meditación estética, reflexión filosófica y contemplación de la naturaleza, el ritmo pausado de cada capítulo me ha transmitido serenidad a la vez que me ha abierto los ojos a un mundo de repente cuajado de significados. En el autor parece que conviven dos mundos alejadísimos entre sí. El mundo familiar del campo, del cultivo trabajoso y las huertas que no dan suficiente para mantener a toda la familia. El mundo de la matanza, de los parientes que nunca han salido del pueblo excepto cuando fueron a Madrid o a Sevilla en su viaje de novios y se han pasado toda su vida partiéndose el espinazo, las manos ásperas y duras como corchos, sin conocer otras formas de vida, otra actividad que no fuera trabajar y trabajar. Y por otro lado, el mundo de la escuela, del latín y el griego y la literatura. De Madrid y la universidad. De Europa y Nueva York y del mundo entero a través de los libros que el autor, ya famoso, escribe y que aparentemente le alejan cada vez más de ese origen rural de un campo de Úbeda. 

En la memoria de Antonio Muñoz Molina conviven la huerta andaluza de sus padres con sus paseos en bicicleta por Riverside Park en Manhattan; las conversaciones con su tío Juan a la hora del aperitivo sobre esos tomates de "carne de doncella" que, con un chorreón de aceite y unos granos de sal gorda, son el manjar más exquisito que puedan imaginarse los dos, con las conversaciones con su amigo el doctor Bouza sobre los tejemanejes políticos que no hacen más que dificultar y precarizar la heroica labor de los sanitarios en los meses más duros de la pandemia. Dos mundos. Uno rural, otro cosmopolita; uno familiar y secreto, el otro público y mundano. Dos mundos que conviven en un mismo aliento en la voz de este libro tan cargado de memoria. 

Pensando en el título, se me ocurre que quizá aluda a que no hay lugar al que la memoria pueda volver. "Antes de la pandemia" es un tiempo que ya no existe. Los lugares de la infancia desaparecieron hace mucho. Un trauma, una huida, los desgajó de nosotros y ya sólo nos pertenecen cuando los reinventamos para convertirlos en relato. Y sin embargo, ahí está siempre el deseo de recuperar el tiempo pasado. De volver atrás para aprovecharlo mejor, quizá, para aliviarlo de sus cargas y sus errores. A pesar de todo. Pero la pregunta queda sin respuesta. Volver, sí. Pero a dónde. 




4 comentarios:

  1. Querido Óscar, no sé si me apetece más leer a AMM o a ti. Creo que tus crónicas son muy brillantes y sentimentales.
    Bsssss

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  2. Poesía en forma de reseña para animarnos a ver la poesía en el día a día, que la hay incluso en tiempos oscuros. Gracias, como siempre, por acercarnos a pequeños grandes libros :)

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