jueves, 27 de mayo de 2021

HAMNET

Qué preciosidad de novela. La leo, la releo, la saboreo despacio para que no se me acabe tan rápido. Y también, a falta de diez páginas, llego a casa y le pido a P. que me espere para comer porque necesito acabarla cuanto antes, necesito seguir a lomos de ese clímax que se estira y estira hasta la última página y me deja estremecido, exhausto, maravillado. Y agradecido por haber tenido la oportunidad de leer esta preciosidad de novela. 

La historia gira en torno a la familia de un preceptor de latín que se ha ido a Londres a ampliar el negocio de guantes de su padre y hacer fortuna. No se mencionan ni su nombre ni su apellido (de sobra conocidos por todos), quizá porque lo que importa no es él ni su carrera ni sus obras, sino la vida que ha dejado en Stratford para cumplir su sueño. La vida de su mujer, sobre todo, pero también la vida de sus hijas Susanna y Judith, y especialmente, la de su hijo Hamnet. 

Hay poesía y belleza en cada página. Parece escrita en oleadas, en ondas que giran y giran en torno a estos personajes de los que casi nada se sabe, como focos de luz que fueran iluminando cada rasgo, cada detalle de cada expresión desde ángulos distintos, captando cada leve matiz, con una precisión sobrecogedora que, a la vez, dejara la figura abierta a cualquier interpretación. Como una escena de Vermeer, que siempre oculta mucho más de lo que muestra. 

Esta es una novela histórica sin batallas ni héroes, sin gestas ni acción. Una novela histórica sin la adrenalina viril de las epopeyas. Está hecha con las entrañas de la intimidad, de lo cotidiano, del dolor de la pérdida y de las emociones salvajes y profundas que, como placas tectónicas, mueven el mundo, aunque nadie las vea, aunque se queden en bambalinas, tras el escenario, ajenas al aplauso y a la fama, cantando en silencio su poesía. 

La fantástica traducción de Concha Cardeñoso, muy cuidada e imaginativa, nos transporta allí, a los últimos años del siglo XVI, a una casa polvorienta de Stratford donde una mujer teje los hilos de un amor capaz de cambiar nuestra comprensión del mundo. 




No hay comentarios:

Publicar un comentario