
Mucha literatura japonesa está escrita de esta forma. Con la aparente sencillez que dan las frases cortas. Asocio la literatura japonesa a estos gestos breves y sobrios. A introspección. Esta novela es así, precisa y contenida. Cuenta la historia de una librera de libros de segunda mano y de su hijo sordomudo. Viven los dos una vida serena, sin sobresaltos. Pero bajo la superficie se agita un pasado tumultuoso y varios secretos dormidos que, de despertarse, podrían poner sus vidas patas arriba.
Esta novela pertenece a una serie de cinco novelas cortas, conectadas por una temática y unos personajes comunes. La editorial Nórdica decidió publicarla por separado y fue un acierto: la obra es redonda por sí misma. Pero saber que existen cuatro novelas más me ha dejado con hambre. Con ganas de volver al universo de Mitsuko, a esa elegancia y sutileza con que retrata el amor maternal y los secretos que permanecen latentes en las vidas de las personas, como volcanes dormidos siempre dispuestos a despertar.
Mientras esperamos a que se editen las otras cuatro novelas de este ciclo, saciaré el hambre con El corazón de Yamato, también de Aki Shimazaki, también una serie de cinco novelas, recomendación especial de Patricia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario