"Las mujeres creativas son más sensibles y conscientes de la coerción que les rodea, haciéndolas más vulnerables a la rabia, la preocupación y la neurosis que aquellas que los psiquiatras y las sociedades califican de "normales". Estas son capaces de conformarse con la opresión, pensando que es la voluntad de Dios quien hizo al hombre y a la mujer, asignándoles roles a cada cual, dictando que las mujeres se ocupasen de la cocina y la limpieza, y los hombres del pensamiento y la escritura."
Palabras textuales de Nawal el Saadawi en su libro Mujer en punto cero. Hablar hoy, 8 de marzo, de este clásico escrito en 1975 es el mejor homenaje que podemos hacer a tantas mujeres maltratadas y asesinadas. Este libro cuenta la historia de Fardous, nombre ficticio y personaje real, mujer ajusticiada en una cárcel de El Cairo por haber matado a su pareja, un proxeneta maltratador.
Fardous, la protagonista de esta historia, era demasiado inteligente, sensible y creativa para aceptar el rol que le habían asignado y, a pesar de pertenecer a una familia pobre y de no tener estudios avanzados, tenía una inteligencia natural para ver los significados de las cosas que sucedían a su alrededor. ¡Cómo sería su vida...! Desde el nacimiento sufrió a un padre abusador, luego a un marido violento y finalmente un engañoso novio convertido en proxeneta. En el libro declara que siente que la muerte le da la bienvenida como única manera de ser finalmente libre. Dice: "todos los hombres que he conocido me han inspirado un deseo: el de alzar la mano y dejarla caer con fuerza sobre su rostro".
La denuncia de Nawal el Saadawi continúa resonando, afortunadamente, en todo el mundo. Nació en el seno de una familia acomodada de El Cairo y muy joven sufrió la mutilación de sus órganos genitales. Estudió medicina en la universidad de su ciudad natal. Por intentar proteger a una de sus pacientes de la violencia doméstica fue trasladada. Más tarde accedió a la Dirección de Salud Pública pero fue despedida por el Ministerio de Salud por denunciar la ablación en Egipto. Entre 1973 y 1976 trabajó en la investigación de la neurosis en las mujeres en la Universidad Ain Shams y fue asesora de las Naciones Unidas para el Programa de la Mujer en África y de Oriente Próximo.
La polémica que suscitaban sus opiniones se volvió peligrosa para el gobierno egipcio, que decidió encarcelarla 1981. Diez años después tuvo que exiliarse a Estados Unidos por amenazas de muerte de los islamistas, trabajando de profesora en la Universidad de Washington. Desde 1996, año de su regreso a Egipto, sigue ejerciendo su activismo en favor de los derechos de las mujeres, especialmente mediante su obra escrita. Con 85 años sigue siendo una de las feministas más importantes de su generación.
Nawal el Saadawi |
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