jueves, 23 de septiembre de 2021

MÁS ALLÁ DE MI REINO

Tras el primer mes en la universidad, cuando por primera vez había estado lejos de casa más de una semana seguida, su madre le dice te quiero al terminar una llamada de teléfono. Te quiero, con la voz vacilante que pone al hablar en inglés. Y ella se echa a reír. Si le hubiera dicho que había decidido convertirse en actriz de Hollywood no le habría parecido más absurdo. Su madre, africana, ganesa, cuidadora por horas de personas mayores. Su madre, dura, áspera, feroz, en cuya boca las palabras de amor se vuelven flores inverosímiles. 

Más allá de mi reino, la nueva novela de la autora de la maravillosa Volver a casa, cuenta la historia de Gifty, una chica de origen ganés en Estados Unidos; de su voluntad de estudiar neurociencia y dedicarle todo su esfuerzo al mundo académico para tratar de centrar su terrible vida familiar; de su relación con una madre depresiva, un hermano muerto y un padre ausente. Trata sobre jóvenes que se adaptan a sociedades en las que sus padres siempre se sentirán fuera de lugar y que mirarán con una mezcla de recelo, inquietud y tristeza. Qué harán en esos lugares con mis hijos. Cómo podré seguir protegiéndolos si he dejado de entender lo que hacen, lo que buscan o lo que aspiran.  

Me ha encantado la sensibilidad con que describe la relación entre Gifty y su madre. Ese amor trufado de incomprensión. Tras la abnegación y el sacrificio de su madre para sacar a su hija adelante, cuando esta llega a la universidad y estudia lo que quiere, su madre la mira sin saber qué decir. Se encoge de hombros, con algo que parece indiferencia pero que está más cerca de la tristeza. Tristeza por no poder entender nada del mundo de su hija, un mundo al que ella la ha aupado pero al que nunca podrá acercarse, y cuya lógica y dinámicas y expectativas le resultan totalmente ajenas. 

Gifty estudia los trastornos mentales relacionados con la búsqueda de recompensa, ya sea por una búsqueda excesiva (drogadicción) o insuficiente (depresión). Hace experimentos con ratones, analizando las respuestas neuronales a los estímulos, con el objetivo de descubrir cómo desactivar las adicciones o contrarrestar las depresiones incidiendo directamente en el cerebro. Y con su familia siempre en mente. ¿Qué habría pasado si hubiera podido ayudar a su hermano a dejar su adicción? ¿Qué podría hacer para conseguir que su madre se levantara de la cama y volviera a ser ella? 

Relaciones familiares, enfermedad mental, religión y racismo son algunos de los temas de esta novela que he disfrutado muchísimo y me ha hecho escribir y pensar sobre lo que nos hace humanos. Siempre buscaremos ampliar el límite de lo posible, la adrenalina del riesgo, aun a costa de nuestra salud e integridad. Siempre buscaremos el amor de nuestra familia, aun a costa de vivir en una pelea constante. Siempre aspiraremos a algo más, a una trascendencia que nos lleve más allá de este reino animal en el que nos movemos y que nos ata a nuestra fragilidad. 




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