La excitación de que alguien esté pendiente de ti a todas horas. Que te escriba y te llame y te diga cosas bonitas. Te quiere, te espera, te imagina, no deja de decírtelo. Y tú te alimentas de sus palabras. Las devoras. Un chute diario directo al ego. La vida anodina que llevabas hasta ahora abre las alas y echa a volar. Desenfrenada, furiosa. Echa a volar y el vértigo te sobrecoge y te hace reír. Te transforma. Tu vida acelera y se escapa y te dejas llevar. Te abandonas. Ciegamente. Como una polilla atraída fatalmente por la luz.
Esta es la historia de una obsesión. La de un hombre por una escritora de éxito. Y la de esta escritora por la posibilidad de llenar el vacío de su vida con la loca adrenalina que siente al saberse el centro de atención de un desconocido. Una obsesión en la que toda intención tiene una motivación oculta, y que lleva a los personajes a explorar los límites de lo que son capaces de hacer por amor, por ceguera y por venganza.
Después de leer Belleza roja me quedé con ganas de más. Fue una de las mejores novelas policiacas que leí en el verano de 2019 y ahora he tenido la oportunidad de saciar mi curiosidad por saber qué les habría ocurrido a los protagonistas después de un final que me dejó en vilo. La vida secreta de Úrsula Bas es una carrera hacia al abismo. Trata sobre la facilidad con la que nos arrojamos a los brazos de quien nos halaga. Bien escrita, bien armada y con un ritmo ágil que te invita a leer y leer en una espiral parecida a la obsesión que siente Úrsula por su admirador secreto. Ella no puede apartar su mente de ese móvil que está a punto de vibrar con un nuevo mensaje. Y nosotros no podemos cerrar el libro sin avanzar otro capítulo más, otro capítulo más, hasta descubrir quién se esconde tras esa admiración obsesiva.
Y ahora, a esperar una nueva historia de Abad y Barroso. Porque esto no puede acabarse aquí. Querida Arantza Portabales, queremos más.
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