Cómo me gusta esta colección infantil para primeros lectores de Blackie Books. Empezó hace justo un año con dos títulos que nada más llegar fueron directos a nuestra selección de diez favoritos infantiles y se quedaron allí, tan campantes, durante todo el año pasado. Y ahora, tras las aventuras de Irene la valiente y del Doctor De Soto, llegan dos nuevas incorporaciones, de las que me ha enamorado este Violín de Patrick.
Quentin Blake es único. Dibujante de cabecera de Roald Dahl, comparte con este su gusto por la fiesta, la excentricidad y la explosión de humor puro e inocente que en ocasiones se tiñe de una encantadora mala uva. El protagonista de esta historia es un chico llamado Patrick que un día sale en busca de un violín. Va de puesto en puesto hasta que en el de Don Cebolla encuentra justo el que busca, y se lo lleva a cambio de su última moneda de plata. Tan contento está que se va al campo a tocarlo y cuál no es su sorpresa cuando ve que el sonido del violín llena de colores la naturaleza.
Los peces saltan por los aires cantando a coro la melodía del violín, los árboles cambian el verde de sus hojas por los colores más vivos que uno pueda imaginar y de sus ramas empiezan a brotar "peras, plátanos, tartas enteras, helados y tostadas calientes untadas con mantequilla".
"El mundo puede ser un lugar muy gris, muy serio, muy pobre". Pero a veces basta con el sonido de un violín y unos dedos alegres para llenarlo de fiesta, de humor y de colores.
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