Quiero ir a Guernsey. Oler el mar embravecido al atardecer y escuchar cómo ruge contra las rocas de la costa. Sentir la humedad en la piel y verla brillar en esas praderas verdes que ondulan caprichosas y bajan hacia la playa como rindiéndose al clima. Quiero aguzar la vista y creer que alcanzo a distinguir la costa de Normandía mientras escucho hablar en inglés y me atrevo con el fish and chips del puerto. Quiero explorar la isla y perderme por sus caminos con la compañía de P., responsable de esta ansia viajera. Quiero conocer Guernsey por muchas razones. Aunque la principal, sin duda, es volver a entrar en la historia de esta novela y escuchar a sus personajes y reírme y llorar y desear y disfrutar de la vida con ellos.
Qué paz. Qué maravilla ha sido intercalar esta novela con los ensayos y novelas duras que me ha dado por leer últimamente. La voy a recomendar como una novela de humor, aunque el humor no sea lo principal, y como una novela sobre las consecuencias de la segunda guerra mundial, aunque la guerra tampoco sea la protagonista. También, hasta cierto punto, es una novela sobre la lectura, el amor y la libertad. Pero sobre todo, creo que es una novela sobre la amistad. Sobre los lazos que se forman por azar entre un grupito de vecinos de esta pequeña isla del Canal de la Mancha y una escritora británica y que poco a poco ofrecen a sus vidas una razón poderosa y emocionante para seguir adelante.
Sí, voy a recomendar esta novela como una novela de humor. ¿Conocéis muchos libros cuyos personajes se pasen horas tomándose el pelo por correo de la manera más ingeniosa y divertida? ¿Y que además ninguno caiga en la trivialidad y que cada carta sirva para ir perfilando la historia y llenando los huecos que una novela estrictamente epistolar no puede llenar? No, no es nada común. ¿Y que se detenga en la belleza del paisaje, en la frivolidad de un americano pretencioso que no entiende cómo una señorita puede rechazar su propuesta de matrimonio, en el horror de la guerra y los campos de concentración, y todo ello con un estilo desenfadado y vivaz que te hace sentir, con cada carta, un miembro más de esta entrañable sociedad literaria del pastel de piel de patata de Guernsey?
Sí, esta novela es un oasis. De humor, de chispa y de amor por la lectura. Ahora sólo me falta convencer a P. de dejarlo todo y coger un vuelo a Guernsey. Presiento que una aventura extraordinaria nos está esperando.
Sí, esta novela es un oasis. De humor, de chispa y de amor por la lectura. Ahora sólo me falta convencer a P. de dejarlo todo y coger un vuelo a Guernsey. Presiento que una aventura extraordinaria nos está esperando.
Comparto contigo que es una novela sobre la amistad. Y que desata los deseos de ir a esa isla a sentir en persona lo que sintieron estos personajes.
ResponderEliminarUn abrazo