La literatura nos puede llegar a través de múltiples formatos, y algunos de ellos tienen la virtud de dar libertad a los creadores para crear obras de arte de una fuerza expresiva y con unos matices muy difíciles de alcanzar por otros medios. Uno de ellos es el cómic, y para demostrarlo, hemos hecho una selección de los que más nos han gustado en 2016. Como podréis ver, priman las denuncias sociales, la diversidad cultural y las historias potentes e íntimas que nos afectan a todos en el día a día.
Después de nuestros diez favoritos de literatura adulta y nuestros diez cuentos infantiles favoritos: nuestros diez cómics favoritos.
¡Cosecha Benedetti!
En el que quizá sea su libro más íntimo, Paco Roca nos cuenta una historia sobre la relación de un padre con su casa, sobre cómo nuestro hogar se convierte en un reflejo de nosotros, y nosotros, a su vez, en un reflejo de nuestro hogar. Es un libro sobre la pérdida, sobre el valor que tienen las cosas de un padre muerto para los hijos que le sobreviven: si tiran sus pertenencias y venden su casa, ¿se estarán también deshaciendo de sus recuerdos?
Un libro sencillo y emocionante, otro libro magistral del gran Paco Roca.
2. 155. Simón Radowitzky, de Agustín Comotto (Nórdica, 28€).
La historia del anarquista ruso Simón Radowitzky es prodigiosa. Con apenas catorce años participó en la revolución fallida de 1905 contra el zar y tuvo que huir a Argentina. Allí se unió a los grupos anarquistas y asesinó al sanguinario jefe de policía de Buenos Aires como venganza por sus matanzas indiscriminadas de obreros. Durante los 21 años que estuvo preso en Argentina se convirtió en el símbolo de las protestas obreras anarquistas en todo el mundo. Fue liberado de milagro, luchó en el Ejército Republicano en la guerra civil española y terminó sus días en México fabricando juguetes.
Su historia es prodigiosa. Y Comotto ha escrito y dibujado un cómic profundo, intenso y desgarrador: a la altura de su personaje.
3. Glenn Gould, de Sandrine Revel (Astiberri, 20€).
Glenn Gould fue uno de los pianistas más famosos y controvertidos del siglo XX. Aquejado de múltiples manías y fobias, se retiró con poco más de treinta años de las salas de conciertos porque sentía que el público era el demonio. Siempre llevaba guantes y abrigo, hiciera el tiempo que hiciera, y grabó dos versiones de las Variaciones Goldberg que se han convertido en un clásico de la discografía por su excentricidad y su técnica asombrosa.
Sandrine Revel nos cuenta las particularidades de este genio con una ilustración elegante y sobria y un inteligente uso de los flashbacks en el que se aprecian perfectamente las distintas etapas de la vida del gran Gould.
4. Cuadernos japoneses, de Igort (Salamandra, 25€).
Japón engancha. Por la gente, las costumbres, la comida. Por miles de cosas. Y también por el arte. Para Igort, Japón encarnaba un ideal artístico. Y terminó por ceder a esa atracción y marcharse a vivir a Tokio una larga temporada a principios de los años noventa. Con colores neutros, tonos pastel, suaves, sin brillo, Igort nos cuenta sus años japoneses, cómo se sumergió en el Japón clásico de Tanizaki y Mishima, en aquellas costumbres ancestrales de la sombra y la ambigüedad, de los monjes zen, la introspección y los barrios adormecidos en una burbuja atemporal. Pero también se introdujo en la industria del manga y experimentó en sus carnes las exigencias de un ritmo de trabajo agotador: 160 páginas cada dos semanas, con breves pausas para pasear, comer y dormir, un ritmo que produjo unas historietas infantiles que triunfaron por todo el país y lo convirtieron en un autor de manga famoso.
5. El pájaro azul, de Takashi Mirakami (Ponent Mon, 20€).
¿Cómo afrontar la desesperación ante la muerte de los seres queridos? ¿Cómo convivir con una pareja que ya no puede seguir valiéndose por sí misma? En torno a estas preguntas, el autor ha creado una historia preciosa y sobrecogedora. Una historia de lealtad y amor, de fortaleza frente a la enfermedad, de valentía para tratar por todos los medios de no dejar que las heridas nos separen de nuestros seres queridos, de nosotros mismos y del mundo. El pájaro azul es un libro raro sobre el duelo y sobre el amor más allá de la enfermedad. Raro por la sutileza de las emociones y por la aparente ingenuidad de la ilustración que, a la vez que amortigua el impacto de la tristeza de la historia, acentúa la cercanía con los personajes, borrando de un plumazo las diferencias culturales entre el dibujante japonés y un lector occidental.
6. Una entre muchas, de Una (Astiberri, 19€).
La autora del libro es sólo una, una entre muchas. Una chica de Yorkshire nacida a finales de los sesenta que empieza muy pronto a acumular secretos. Se siente culpable, y su culpa la enmudece. Se ve guapa con un vestido tomado prestado de su hermana mayor, un vestido blanco con la espalda desnuda que no esconde los diez años que tiene. Pero él (un ser invisible, una sombra) finge creer que la ve mayor, que el vestido la convierte en algo que puede tocar, probar, coger. La lucha cotidiana de Una está en este libro: un testimonio ilustrado con imágenes delicadas, brutales y simbólicas, casi siempre en blanco y negro, que demuestran un dominio admirable de múltiples lenguajes visuales para contar una historia de denuncia de la brutalidad de la violencia de los hombres contra las mujeres.
7. Dublinés, de Alfonso Zapico (Astiberri, 18€).
Dublinés es una biografía de Joyce en viñetas. Por sus páginas aparecen multitud de nombres ilustres: Ezra Pound, Lenin, Jung, Svevo, Hemingway, Sylvia Beach, Virginia Woolf. Y combina maravillosamente los hechos biográficos más relevantes de la vida de Joyce con los detalles cotidianos que definían su carácter. Alfonso Zapico nos enseña la literatura de Joyce desde otro punto de vista, más lúdico, más desenfadado, y hace que el Ulises pase de ser ese libro inaccesible que nadie quiere leer para convertirse en una historia musical y extravagante que necesitamos ya mismo en nuestra mesilla de noche.
8. Aquí vivió, de Isaac Rosa y Cristina Bueno (Nube de tinta, 19,95€).
Esta es la primera novela gráfica de Isaac Rosa y Cristina Bueno, una historia necesaria que denuncia uno de los problemas más graves que ha desatado la crisis financiera: la lucha por el derecho a una vivienda digna. El dibujo es sencillo, emotivo y puede recordar a los cómics de infancia, con cierto aire a Tintín en esos trazos esquemáticos e infantiles. Sin embargo, no hay nada infantil en lo que transmiten, van directos a la emoción y a la tragedia. El uso masivo de un color azul verdoso da la sensación de ver la historia a través de un cristal de botella, como desde lejos en el tiempo, y uno acaba leyendo la novela como una narración intemporal.
9. La araña del olvido, de Enrique Bonet (Astiberri, 19€).
Este cómic magnífico cuenta la historia de un hombre excepcional: Agustín Penón. Hijo de españoles, con pasaporte estadounidense, llegó a España en 1955 con el objetivo de darse un paseo por Granada y tratar de saciar su curiosidad respecto a la muerte de Federico García Lorca, un poeta que adoraba. El paseo se convirtió en una estancia de casi dos años en la que perdió la salud, descubrió muchas cosas que nadie sabía y aprendió que en España imperaba el miedo. Consiguió hablar con la familia del poeta, con los Rosales, falangistas amigos que no pudieron (o quisieron) protegerle, con el carcelero que estuvo con él los últimos instantes y hasta se entrevistó con el hombre que lo detuvo y que fue el principal responsable de su asesinato: Ramón Ruiz Alonso. Reunió miles de páginas de notas, dilapidó su fortuna, corrió muchos más peligros de los que esperaba pero nunca logró hallar respuesta a las tres preguntas con las que llegó a Madrid: ¿por qué fue asesinado?, ¿quién lo mató?, ¿dónde está enterrado?
10. Los últimos días de Stefan Zweig, de Laurent Seksik y Guillaum Sorel (Norma, 20€).
Laurent Seksik y Guillaume Sorel han recreado cómo pudieron ser los últimos días del gran escritor humanista Stefan Zweig en una novela gráfica de una especial sensibilidad. Uniendo realidad y ficción, han conseguido una fascinante narración del tiempo último que vivió con su mujer Lotte antes de suicidarse en 1942, en la bella ciudad brasileña de Petrópolis. Con la muerte de este escritor se acababa una época, la del esplendor cultural europeo, la del pacifismo convencido en la idea de una Europa plural, la del optimismo por una civilización que tendía irremediablemente hacia el progreso. Una novela gráfica espléndida para los últimos días de uno de los escritores más importantes de la primera mitad del siglo XX.
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