Ayer, martes 14 de enero, murió Juan Gelman. Poeta comprometido, militante, poeta de la rabia, el amor y la tristeza, la dictadura argentina de Videla secuestró y asesinó a sus dos hijos mientras él estaba en el exilio. Decidió no olvidar, no pasar página, y luchar por todos los medios para encontrar el rastro de sus hijos y llevar a los culpables ante la justicia. Porque, según decía, "lo contrario del olvido no es la memoria, es la verdad".
Me apetece recordarle hoy con estas pocas palabras y dedicarle esta improvisación al piano sobre la pena y la memoria y el poder de nuestros actos para no dejar que la muerte se convierta en olvido.
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