jueves, 4 de junio de 2020

LA PIEDRA DE TOQUE

"Haber sido amado por la mujer más brillante de su época y haber sido incapaz de amarla le parecía, al echar la vista atrás, la prueba más hiriente de sus limitaciones; y la compasión que sentía ante ese recuerdo se complicaba con una sensación de irritación contra ella por haberle mostrado de golpe el alcance de su capacidad afectiva". 

No ser capaz de corresponder a un afecto que te parece valioso y pasarte toda la vida cargando con el peso de la traición a una mujer muerta son dos de los temas centrales de esta pequeña novela de mi admiradísima Edith Wharton. Ay, Edith Wharton. Siempre vuelvo a ella. Gracias a que los amigos de Contraseña y Alba siguen traduciendo en ediciones exquisitas sus novelas, cada pocos meses puedo disfrutar de su agudeza psicológica, vivaz y compasiva, y de historias cuyo alcance trasciende siempre la circunstancia histórica y reverbera con fuerza más de un siglo después. En ese sentido me recuerda a Stefan Zweig, otro autor siempre vivo en nuevas traducciones gracias a Acantilado cuya obra, contemporánea a la de Wharton, puede servir de espejo para cualquiera en cualquier época. 

"La privilegiada joven combinaba cierta timidez personal con una audacia intelectual que se asemejaba a una forma desviada de coquetería: daba la sensación de que, si hubiera sido más guapa, en lugar de ideas habría tenido emociones". 

Me encanta la ironía de la autora a la hora de describir los juicios machistas de la sociedad norteamericana de 1900. ¿De qué le sirve la inteligencia a una chica guapa si sabe sonreír? Qué desperdicio de mujer si después de tantas lecturas no sabe peinarse. La piedra de toque es un festín de metáforas psicológicas. Wharton se pasea por los laberintos emocionales de sus personajes como una botánica entusiasmada dando vueltas y vueltas por un jardín tropical inacabable. Y seguirla en su paseo deslumbra y embriaga y da ganas de quedarse a su lado tomando notas, escuchando, aprendiendo nuevas formas de pensar. 

El protagonista de esta novela decide vender, sin revelar su identidad, las cartas de amor que recibió de una escritora famosa ya fallecida para lograr sumar la fortuna necesaria para casarse con la mujer de la que está enamorado. Esta pequeña traición al recuerdo del amor de aquella mujer irá creciendo con el paso del tiempo y la posibilidad, cada vez más amenazadora, de que la sociedad descubra su identidad. Tras una vida percibida como noble, se arriesga a encontrarse vestido públicamente con un traje de deshonra. 

Los secretos innobles de nuestro pasado. Las esquinas de nuestras vidas que voluntariamente dejamos en la sombra. Los esfuerzos que hacemos por tratar de redimirnos ante nuestra conciencia. La culpa por no saber corresponder a una generosidad desinteresada. Y por último, la alegría de dar sin esperar nada a cambio, la alegría de entregarse aunque tu devoción no sea correspondida. Todos estos temas laten en esta novela con la fuerza y la exquisitez de una de las mejores escritoras de la literatura universal. 





No hay comentarios:

Publicar un comentario