En nuestros diez favoritos desfilan tres gatos revoltosos, dos ratoncitos que cuidan de un arbolito, dos mejores amigas sirenas, una niña que viaja para buscar un nuevo hogar, animales que danzan formando figuras en el aire y en el agua, una caja misteriosa que esconde todo lo que uno sea capaz de imaginar, ¡y mucho, mucho más!
¡Cosecha Benedetti!
1. Primeras veces, de Émilie Chazerand y Amandine Piu (Pijama Books, 19,95€).
El año pasado nos enamoramos de Juntos, un libro infantil de Émilie Chazerand y Amandine Piu que mostraba, con unas ilustraciones preciosísimas y un ingenioso troquelado, que la compañía siempre multiplica la diversión, el aprendizaje y el placer. Ahora, estas dos autoras han vuelto con estas Primeras veces en las que, retomando la idea de su anterior libro, nos sorprenden con un juego de equívocos sobre todas esas primeras veces que probamos la vida y nos sorprendemos.
La primera vez que viajamos puede ocurrir sin movernos de sitio. La primera vez que nos enamoramos quizá sea de dos maravillas a la vez. La primera vez que hacemos amigos puede que ellos no nos contesten, y nos caliente el corazón como si lo hicieran.
Sean como sean las primeras veces, se quedan para siempre.
2. El viaje de Abril, de Annamaria Piccione, Luis Amavisca y Francesc Rovira (Nubeocho, 14,90€).
El viaje de Abril es el viaje de miles, millones de niños. Un viaje que ninguno habría querido hacer. Un viaje que hacen con sus padres, pero que a veces también tienen que hacer por su cuenta. Un viaje para encontrar un nuevo lugar donde vivir porque el lugar donde han vivido antes ya no sirve para vivir, se ha vuelto gris y triste e inhabitable. Abril parte en busca de una nueva casa, lejos de las bombas. Con Coco, su conejo de peluche, camina bajo la lluvia. Camina bajo la nieve. Del viento aparece Julio, que camina como ella, con su mochila de recuerdos. Juntos llegan al mar y siguen más allá, buscando un nuevo hogar en el que descansar, por fin, y soñar con la paz.
Un libro conmovedor que retrata una realidad demasiado habitual.
Hay gatos en este libro. Es importante saberlo. Porque no hay solo uno, ni dos, ¡hay tres gatos! Y cada gato tiene su personalidad y sus gustos. Se llaman Chiqui, Luna y Andrés y, si quieres jugar con ellos, solo tienes que pasar la primera página, alguna solapa, despertar a Chiqui de su siesta, tener una fuerza hercúlea para descubrir a Andrés debajo de su enorme panza, digo, de la enorme solapa que lo tapa, y Chiqui te dirá que sigas pasando páginas, que hay lana bonita con la que jugar, ¡lana, lana, viva la lana! Eso es, ¡hurra, qué bien sabes pasar las páginas!, pero sigue, sigue, porque hay todavía más lana, y más y más, hala, pero mira eso, ¿y esas cajas de cartón? ¿Pero dónde se han metido Chiqui, Luna y Andrés? ¿No había gatos en este libro? Ah, que se han escondido en las cajas, los bribones. ¡Cómo les gustan las cajas! ¿Te animas a abrirlas para buscarlos? ¿Y a hacer una pelea de cojines? Vamos, ¡pasa la página, pasa la página!
Este es el libro infantil-juvenil (quizá a partir de ocho años) más original y más bonito que hemos recibido en estos últimos meses. Y es que ya solo el formato, estrechito y alargado, te deja con un cosquilleo en la tripa que dice «pero cómo será por dentro, qué emoción, a ver, a ver». Y es un espectáculo. Un espectáculo por la calidad de la ilustración, por la maquetación preciosísima, por los mil y un pequeños detalles y por lo que me dejó con la boca abierta cuando lo abrí por primera vez: las hojas desplegables a izquierda y derecha que expanden el libro y te descubren en todo su esplendor la capacidad de los animales para danzar en el agua, en el aire y en la tierra con unas coreografías de una belleza inverosímil.
El año pasado la editorial Zahorí dedicó este formato maravilloso a los viajes de Humboldt. Este año son las coreografías animales. Dos bellezas para no cansarse de mirarlas.
Un año entero cuenta la historia de Guille y Greta, dos ratoncitos gemelos que, el primer día del año, salen a dar su primer paseo por la nieve. Nada más salir se encuentran con un árbol que al principio confunden con el bastón de un muñeco de nieve. Pero el árbol, que se llama Fito, les saca pronto de su error. ¡Un árbol parlante! Y, a partir de ese momento, todos los meses del año vuelven a ver a este árbol tan particular, que se hace amigo suyo, y le cuentan los lugares por los que han pasado, cómo son las vacas, los caballos y las gallinas del granero donde viven, y el árbol les cuenta todas las cosas que vive él, sin moverse del sitio. Los ratones lo cuidan cuando el fuego lo amenaza y, a cambio, el árbol les regala su sombra en verano y sus frutos en otoño. Un año entero es la historia de amistad entre dos ratones y un árbol parlante, una historia bonita y tierna para los más pequeños.
6. Una semillita, de Hector Dexet (Kókinos, 17,90€).
En cuento precioso cuenta la historia de una semillita que vive esperando el momento, quizás una ráfaga caprichosa de viento, o el pico curioso de un pájaro, que la lleve a una tierra donde pueda germinar. Con páginas desplegables hacia los lados, hacia arriba y hacia abajo, llenas de ratoncitos en sus madrigueras, hojas, setas, pájaros y flores en el aire, el libro acompaña a la semillita desde un campo cubierto del frío del invierno y vigilado por los ojos redondos de un búho, hasta las profundidades de la tierra, donde echa raíces y espera.
Y la semillita crece y se transforma y de pronto se encuentra ella misma dando semillas que otro viento caprichoso u otro pájaro curioso llevará lejos de ella en un ciclo que se repite y repite año tras año y que nos da la vida que vemos y que somos.
7. Mi mascota y yo, de David Hernández Sevillano y Alejandra Estrada (Kalandraka, 14€).
Cuidar de una mascota no es tarea fácil. Requiere paciencia, responsabilidad y mucho amor. Hay pocas cosas más enriquecedoras y a la vez más exigentes. Este álbum inteligente y delicado, narra con humor e ironía la relación de amistad entre Coco y su «mascota» desde un punto de vista diferente, invitándonos a acompañarlos a lo largo de un día repleto de aventuras, juegos y complicidades. Con solo tres colores y unas ilustraciones que dialogan sutilmente con el texto, nos hace plantearnos qué relación tenemos con los animales que cuidamos y hasta qué punto también son ellos los que nos cuidan a nosotros.
8. El palacio de cristal, de Hélène Druvert (Maeva, 24,90€).
Haize es una niña solitaria y soñadora. En la ciudad en la que vive le gusta pasear en busca de tesoros: una pluma caída del cielo, una hoja arrastrada por el viento, una flor que se abre entre los adoquines. Los pega con mucho cuidado en su cuaderno rojo, que hojea todas las noches antes de dormirse. Un día encuentra un tesoro muy especial. Un árbol que no es como los demás. Unos matorrales densos como un laberinto. Y, detrás, un palacio. ¡Un palacio de cristal!
Este es un libro infantil con un troquelado láser de una belleza irresistible sobre la importancia de preservar y alimentar el sentido del asombro, sobre la naturaleza salvaje y lo que las sorpresas más increíbles pueden despertar en nosotros.
Una vez había dos mejores amigas. Una era del mar, una sirena llamada Marta, y otra era de la tierra, una humana llamada María. Por supuesto, Marta nunca ha estado en la casa de María; ¿cómo puede visitarla si debe permanecer bajo el agua?
En este mágico libro ilustrado perfecto para todos los jóvenes amantes de las sirenas, dos mejores amigas (una que vive en la tierra y la otra en el agua) comparten una emocionante aventura en la noche de la Luna de las Sirenas: la única vez al año en que las sirenas pueden abandonar el mar. Pero no solo ellas pueden hacerlo.
Una perspectiva imaginativa y novedosa, con una preciosa ilustración, de un cuento clásico de sirenas.
¿Una caja es solo una caja? ¿Qué puede caber dentro de una caja? ¿Qué misterios puede esconder? «Quizás confetis y dulces. Globos y patines. Puede que un gorro de lana y un loro de colorines». Pero la caja puede ser también otras cosas además de escondite. Un avión, un submarino, tres gaviotas y una foca. Un castillo con banderas y un dragón muy enfadado. Y también, por qué no, una música sinfónica que deje a cualquiera embelesado.
Cuando abrimos un regalo, ¿qué maravillas imaginamos? Este cuento sencillo y chiquitín nos habla de una niña que se disponía a abrir una caja. Una caja misteriosa. Y, en el fondo, lo de menos era descubrir su contenido. En su imaginación ya estaba en la mejor compañía.










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