viernes, 27 de enero de 2023

UNA HISTORIA DIFERENTE

Los niños preguntan de todo. Su curiosidad no tiene filtros ni fronteras, al contrario que nuestra capacidad para responder todas sus preguntas. Cuántas veces hemos visto que padres y abuelos responden con evasivas, con un ya te lo explicaré cuando seas mayor, o incluso: de eso no hace falta hablar. ¿Cómo que no? ¡De todo hace falta hablar! Y más cuando se trata de saciar la curiosidad de un niño. Y más, más aún, cuando el tema tiene que ver con nuestra forma de entender la vida y la solidaridad. 

Esta es una historia diferente, sin duda. Diferente porque responde preguntas que quizá a muchos progenitores no les resulte fácil responder. Pero es una pregunta que cualquier niño o niña puede hacerse con un simple paseo por el centro de cualquier ciudad. Muy a menudo vemos a personas sin hogar que duermen en la calle. ¿Cómo puede ser esto? ¿Qué puede llevar a alguien a vivir esta situación? Y, sobre todo, ¿cómo podemos ayudarlas?

Si a las plantas y a los árboles les fallan las raíces, probablemente no podrán mantenerse en pie ni salir adelante. A las personas nos pasa lo mismo. Sin salud, sin medios de subsistencia, sin personas que nos quieran y sin casa, nadie puede mantenerse en pie ni salir adelante. Y aunque parezca mentira, esto le puede pasar a quien menos te imagines. 

Este cuento infantil retrata una serie de personas que antes tenían raíces y, en algún momento, por las circunstancias más diversas, dejaron de poder apoyarse en ellas. Y nos muestra que ayudar a alguien sin hogar empieza por un gesto tan sencillo y tan cotidiano como el de extender la mano abierta y regar una planta. 



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