Últimamente son habituales las novelas que tratan la relación madre-hija. Lo que yo he leído mucho menos son novelas que traten la relación padre-hija. Y, sobre todo, las novelas que lidian con la muerte. La muerte del padre. En Todos mis anhelos, la autora evoca este sintagma como uno de los últimos pronunciados por su padre tras un suspiro, postrado en la cama y ya enfermo terminal de cáncer. La narradora, que no es otra que la propia autora, se pregunta por esos anhelos de su padre y, al mismo tiempo, también piensa en sus propios deseos y los de su madre.
En una ocasión a lo largo del relato, la narradora dice que es un poco mojigata porque en sus textos no hace explícito el sexo. Y a pesar de la ausencia de sexo, hay mucha intimidad en su texto. La intimidad de las despedidas, la intimidad de la vida posterior a la muerte de un padre y la intimidad de la muerte. En este tiempo de distintas formas de narrativa que tratan los 'apegos feroces' entre madres e hijas, me gusta la evolución de la protagonista en su relación con su madre. Una relación en la que poco a poco las aristas se van suavizando hasta convertirse en una historia tierna de compañías, de ilusiones renovadas y de nostalgia compartida por el pasado común junto al padre.
No estoy de acuerdo con Tolstói en que todas las familias felices se parecen. La familia de la historia de Puyó es una familia feliz a su manera: la hija y la madre, la hija y el novio, la pareja y el amigo. Pequeñísimas familias en torno a una familia. Pequeñísimas familias que se entienden, se acompañan y son felices a su manera, a pesar de los anhelos que quedan en ese aire suspirado al abrigo de la noche y la enfermedad.
Me topé con Todos mis anhelos en la caseta de la editorial Xordica en la Feria del Libro de Madrid, este junio. Su editor, Xusé Raúl Usón, nos envolvió con sus palabras, nos acompañó a los textos y nos transmitió su pasión por los libros bien seleccionados y pulcramente editados. Me alegro mucho de haberme relacionado de esta manera con la enfermedad del padre.
Es importante encontrar referentes en la literatura de lo que se aproxima por tiempo y circunstancias a la propia vida. Y es importante comprender que las familias felices lo son, también, a su manera.
Patricia.
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