Lenny Langosta es un tío formidable. Qué bigotes, oye. Qué porte. ¿Has visto cómo mueve las caderas? Ni un dandi francés le iguala en elegancia. Y es que se dirige a una cena de gala. Ni más ni menos. ¡Una cena de gala! ¡Y qué recibimiento! Todos le esperan con una alegría nunca vista. Sin duda, se lo merece. Lenny es el mejor. ¡Pero si los comensales incluso llevan un barbero con su foto!
"¡Espera, Lenny! ¿Seguro que te quieres quedar a la cena?"
¿Y tú, lector? ¿Qué piensas? Sí, tú, niño o niña, estés donde estés y seas quien seas, ¿qué piensas? ¿Debería el bueno de Lenny quedarse a cenar? ¿Son de fiar estos comensales tan alegres? ¿No te parecen... un poco demasiado alegres?
Según lo que decidas pasarás de una página a otra del cuento y verás qué sorpresas esperan a Lenny en la cena de gala más glamurosa, excitante, salvaje y divertida que te puedas imaginar.
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