En un país donde la gente se toma tan en serio a sí misma (yo no estoy libre de pecado, me quedo la piedra en el bolsillo) y a sus ideales, esta novela gamberra es aire fresco que entra a raudales por la ventana en plena crisis política.
Su autor, Jose Trabajo, me animó a comprarla en esta feria del Libro de Madrid, y a mí, que de vez en cuando me sale la vena loca e irreverente, me convenció, a pesar de que Franco se paseara libremente por sus páginas creando un terror muy postmoderno: terror de guerra mundial Z, pero a la española.
Imaginad la premisa: una banda de franquistas entra en el Pazo de Meirás con la intención de comprobar sus sospechas: que Franco está enterrado ahí y no en el Valle de los caídos. La sorpresa es que la sospecha se confirma y roban el cadáver embalsamado del tirano. Sin embargo, por artimañas de uno de los miembros de la banda y azares inesperados, Franco vuelve a la vida como zombi. Ve lo que ha ocurrido en España tras su muerte y planea una nueva guerra civil para restablecer el orden.
Esta es la premisa, el tono no lo puedo describir porque hay que leer esta novela y reírse: de uno mismo y sus convicciones, del otro y las suyas y de un país que a veces parece sacado de un chiste.
Tomarse a broma la política de este país es un ejercicio sanísimo de libertad y democracia, aunque al narrador de este libro la nuestra le parezca una democracia de pacotilla.
En fin, juzgad por vosotros mismos. Con esta historia aprenderéis que el ser humano tropieza una y otra vez en la misma piedra. Y mucha mucha historia, reciente, contemporánea y futura... porque a este paso, nos veo envueltos en una guerra civil Z.
Además de un texto lleno de humor e ironía, el valor de esta novela está en las ilustraciones de Miguel Gallardo, que usa, en ocasiones, la estética propagandística de los carteles de la guerra y de las campañas electorales actuales.
Si podéis, no os lo perdáis.
No hay comentarios:
Publicar un comentario