Estos días en los que nos levantamos, desayunamos, nos vamos a trabajar, somos amables, comemos, cerramos los ojos, volvemos a trabajar, volvemos a ser amables, quedamos con amigos y hasta nos olvidamos en brazos de algún amor aproximado, Gaza no deja de gritar. Da igual lo que hagamos, las bombas caen, matan y hacen sangrar otra vez, otra vez después de tantísimas veces, a un pueblo que no tiene forma de defenderse ni lugar seguro al que acudir para salvarse. Israel dice que se defiende. Siempre lo ha dicho. Es una actitud bastante extendida en muchos niveles. Sentirse amenazado, independientemente de que la amenaza sea real o de su magnitud, y responder atacando. Humillando, despreciando, masacrando.
Israel nació defendiéndose. Hoy recordamos el origen de esta barbarie con este libro, La limpieza étnica de Palestina. Lo que los israelíes conocen como Guerra de la independencia de 1948, para los palestinos es la Nakba, la catástrofe, puesto que el resultado fue uno de los procesos de limpieza étnica más amplios y dramáticos de nuestro tiempo: cerca de un millón de palestinos fueron obligados a emigrar a punta de fusil, abandonando sus tierras, sus bienes y sus hogares: hubo matanzas como la de Deir Yassin y cientos de poblados fueron destruidos deliberadamente.
Padre e hijo en Gaza. 21 de julio, 2014. (Sergio Yahni) |
Ilan Pappé es uno de los historiadores israelíes más prestigiosos, y el de más repercusión internacional. Obligado a publicar sus obras en el extranjero y a vivir en su país entre amenazas de muerte, revela en este libro, a la luz de documentos desclasificados, la verdad de una expulsión en masa cuya negación por parte de Israel sigue haciendo hoy imposible la paz entre israelíes y palestinos, y que está en el origen de todos los problemas y los traumas colectivos de Oriente Próximo.
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