¡Cómo se puede decir tanto con tan poco! Es algo que me fascina de este libro. Ya me pasó lo mismo con su anterior novela, Como bestias, un prodigio de obra coral que alternaba interrogatorios policiales con un misterioso coro para crear un moderno y poderoso cuento de hadas rural. Y ahora, en Caída de las nubes, aquel enfoque fragmentario se potencia con párrafos cortos de siete personajes que cuentan cada uno su versión de la historia de una mujer que ha dado a luz sin parecer embarazada. Cada uno con su registro lingüístico, con su empatía y su prejuicio, dan cuenta de su sorpresa y su recelo. Y la autora propone, en lo que parece un guiño encantador a la Rayuela de Cortázar, dos formas de leer esta historia: la convencional, del principio al fin; o por personajes, saltando al párrafo indicado con un número.
Yo decidí hacer la lectura convencional, que exige al principio algo más de esfuerzo para identificar la voz de cada personaje. Y al terminar la última página, no pude resistirme a volver a empezar de nuevo desde el principio de la manera alternativa. ¡Y es como leerla de nuevo con otros ojos! La misma historia, pero ahora acompañando más de cerca a cada personaje. Sintiendo más su inmediatez, su fragilidad. Me ha parecido un tesoro esta historia. La única lástima es que son solo 131 páginas. Me habría gustado seguir y seguir y descubrir qué pasa con esta mujer desconcertada por su propio bebé, y ese ogro amable que me ha robado el corazón, y ese pueblo volcado en formar parte de su propia leyenda, y esa médica enseñándonos que todos necesitamos un tiempo distinto para permitirnos sentir y vivir lo que nos sucede.
Violaine Bérot ha escrito una historia dura, amable, desconsolada, feliz, abrumadora, sencilla y compleja. Por momentos, hace gala de una humildad noble que conmueve, de una grandeza de espíritu en pequeños detalles que expresa una delicadeza abrumadora. Ya tiene un lugar privilegiado en mi estantería esta historia que aprieta y reconforta el corazón.

No hay comentarios:
Publicar un comentario