lunes, 29 de octubre de 2018

SAPIENS. DE ANIMALES A DIOSES

Vivimos pegados a los detalles. Pensamos que cuanto más cerca estemos de algo, mejor lo comprenderemos. Así, por ejemplo, nos pasamos horas y horas inmersos en información cuya relevancia caducará a las veinticuatro horas, o estudiamos durante años hechos y datos concretos cuya conexión con nuestra propia vida ni siquiera llegamos a plantearnos nunca. Somos capaces de romper para siempre la relación con alguien cercano por una simple sospecha y estamos tan convencidos de ciertas ideas que consideramos enemigos a aquellos que no las comparten. Cuando una tragedia nos sobrepasa, nos aferramos a los detalles cotidianos que llenan nuestros días para seguir adelante. Pero, una vez superado el trauma, seguimos ahí, pegados a lo inmediato, a lo que se puede resolver al instante y contra lo que se puede luchar desde cualquier idea. 

Este ensayo, del que se han vendido millones de ejemplares en todo el mundo, propone distanciarse de los detalles para tratar de alcanzar una visión de conjunto de la historia de la humanidad. En ese sentido, es un libro de historia sin hechos históricos. Aquí no importa tanto la revolución francesa, sino entender que ella dio el impulso a las dos ideas predominantes sobre las relaciones humanas en occidente: la igualdad y la libertad. No importa tanto la esclavitud en Estados Unidos sino darse cuenta de que "no hay nada natural ni inevitable acerca de la jerarquía racial y que el mundo bien podría estar organizado de manera diferente". 

Este distanciamiento da vértigo. Da vértigo pensar que las cosas sobre las que fundamentamos nuestras vidas y que pensamos que son inamovibles y connaturales al mundo, como el dinero, la justicia o los países no son más que ideas, ficciones, mitos comunes que podrían cambiar o destruirse. Las ficciones que definen nuestro interacción con el mundo, como los bancos, el capitalismo o los derechos humanos, han nacido de nuestra imaginación. "La ficción nos ha permitido no sólo imaginar cosas, sino hacerlo de manera colectiva. Los mitos nos han conferido la capacidad sin precedentes de cooperar flexiblemente con un número incontable de extraños. Y por esta razón dominamos el mundo". 

La idea de que no hay naciones, dinero, derechos humanos, leyes ni justicia fuera de la imaginación común de los seres humanos me ha hecho replantearme cuál es la frontera entre realidad y ficción. Harari explica que vivimos en una realidad dual: por un lado está la realidad objetiva (árboles, ríos), y por el otro, la realidad imaginada (el dinero, las naciones). En el último siglo le he hemos dado tanta importancia y tanto poder a la realidad imaginada que hasta la propia supervivencia de la realidad objetiva ha terminado dependiendo de ella. 

Este ensayo es imposible de resumir. Me ha abierto los ojos a muchas ideas que nunca antes me había planteado. Me ha alejado brutalmente de los detalles de la historia, de los detalles de la vida, y lo he leído con el vértigo de quien descubre que la realidad tiene dimensiones fascinantes y aterradoras a las que conviene asomarse. Me quedan dos libros de Harari por leer: Homo Deus y 21 lecciones para el siglo XXI, para seguir caminando por el sendero vertiginoso de la mente de este escritor. 



2 comentarios:

  1. sí, un libro magnífico. Yo estoy con el segundo, y me esta gustando menos. Un saludo, y gracias por compartir vuestra lectura.

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    1. Sí, todo el mundo coincide en que "Homo deus" no es tan interesante como "Sapiens". Veremos qué tal el último que ha publicado. Gracias a ti por tu comentario. Un saludo.

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