lunes, 26 de diciembre de 2016

YO SÉ POR QUÉ CANTA EL PÁJARO ENJAULADO

Descubrir una autora nueva para mí es uno de los placeres que más agradezco, es como conocer a un personaje en carne y hueso que tiene muchas cosas interesantes para contarme. Y es justamente lo que me acaba de suceder con Maya Angelou, pseudónimo de Marguerite Annie Johnson, norteamericana negra descendiente de esclavos, activista a favor de los derechos civiles, que trabajó al lado de Martin Luther King y Malcolm X. Fue cocinera, camarera, cantante, bailarina, actriz, directora de revistas y escritora. Fue condecorada por Barack Obama. Murió en 2014.

Yo sé por qué canta el pájaro enjaulado es el primer tomo de los siete que componen su serie autobiográfica y se ha convertido en un clásico de la literatura norteamericana. Es el relato de sus primeros diecisiete años, durante los que se educó con su abuela paterna y luego con su madre, un personaje original donde los haya, interesante, lleno de contradicciones. Entre esas dos mujeres, el padre fue, como tantas veces, el ausente. Ellas dieron a Marguerite amor, educación y seguridad para afrontar la difícil vida que la gran mayoría de personas negras tenía por delante en un país tan racista como Estados Unidos. A pesar de haber sido violada a los 8 años por la pareja de su madre y haber sufrido el trauma de no poder hablar durante los próximos cinco años, consiguió superar las dificultades. Se consideró culpable de que el violador fuera condenado por haber hablado ella, le condenaron a un solo día de prisión, pero parece ser que los hermanos de su madre lo mataron a los pocos días, en vista de la justicia que se había hecho.

De la cantidad de cosas interesantes que me han llamado la atención en este libro destaca la descripción de cómo las adolescentes de aquella época (y mucho me temo que todavía algunas de ahora mismo, incluso terminado el Bachillerato) ignoraban cosas tan fundamentales como el desarrollo físico de su propio cuerpo, el riesgo del embarazo no buscado o la diferencia entre ser lesbiana o ser hermafrodita, lo que a Margueritte le produjo verdadera alarma. Con 16 años se quedó embarazada y tuvo a su hijo con una ignorancia e inocencia asombrosas.

Esta es una historia apasionante, en la que se denuncia el abuso y violación de una niña, acto diabólico que se produce a diario especialmente por familiares y personas cercanas a los niños y que debería ser perseguido todos los días sin descanso. En los últimos tiempos, por fortuna, ha habido gente valiente que se ha atrevido a denunciar lo que han sufrido, bien en primera persona como el pianista James Rhodes, cuyas secuelas han sido terribles (leed sin falta Instrumental) o en un relato de ficción maravilloso como Tan poca vida, de Hanya Yanagihara, un desgarrador grito por la experiencia de la violación y el maltrato que los curas ejercen sobre un niño y cómo la amistad y el amor luchan por superar en toda una vida el desgarro de ese trauma.

Se han vendido más de un millón de ejemplares de este libro, que se ha convertido en un clásico moderno y que nutrirá la historia del siglo XX en Estados Unidos.


Maya Angelou



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