Milena Busquets ha encontrado la voz necesaria, sutil y sensible para abordar en una novela la apasionada y compleja relación que tuvo con su madre, Esther Tusquets, editora en Cataluña, al igual que ella. Temas universales como el amor, la muerte y la maternidad, tratados en profundidad y desde una perspectiva muy actual, han conquistado a editores de 27 países que compraron los derechos de traducción en la última Feria del Libro de Francfort, algo insólito en la literatura española.
Las relaciones madre-hija suelen ser de una gran complejidad, especialmente cuando hay inteligencia y amor entre ellas, y se complican aun más cuando la madre es posesiva y tiene una gran personalidad, como cuenta Milena de su madre, aunque lo haga a través de Blanca, el personaje principal de esta interesante novela que nos envuelve como en una crisálida.
En un viaje de Barcelona a Cadaqués, (el mar de todos los veranos al que dedicó Esther Tusquets su primera novela en 1978, y de la que se hicieron cinco ediciones), después del funeral de su madre, Blanca se va con sus dos ex-maridos, sus dos hijos, dos amigas y la pareja de una de ellas y allí queda con su amante casado. Sigue de algún modo la estela de su madre, hija de la burguesía catalana en la que en los años 60 predominaba el glamour, la literatura y el talento, y aspiraba a vivir en una sociedad más libre y abierta, menos gris, que la que ofrecía la dictadura franquista.
Milena añora aquella etapa a pesar de no haberla vivido (nació en 1972), por tantas referencias directas como tuvo. Su madre y su tío Óscar Tusquets formaron parte de aquel grupo mítico y elitista de intelectuales y artistas de izquierda, que bautizó el escritor y periodista Joan de Segarra en octubre de 1969 como "La gauche divine" y al que pertenecieron figuras tan interesantes como Gil de Biedma, Félix de Azúa, Ana Mª Y Terenci Moix, Serrat, Carandell, Ricardo Bofill, Oriol Bohigas, J.A.Goytisolo o Rosa Regás, entre otros.
Muchas páginas de esta novela se impregnan de aquella experiencia que marcó toda una época y que luego se transformó en los 80 en una tolerancia permisiva y una promiscuidad gratuita en el sexo como forma de salvarse, muy presente en este relato. Las madres que supieron de tantas dificultades e injusticias en la forma de relacionarse con los hijos en su generación intentaron por todos los medios cambiar esas formas para construir unas relaciones más humanas, más amorosas, pero la realidad parece que no ha sido todo lo benéfica que se esperaba. En estas confesiones Milena consigue retratar un perfil emotivo de la generación de los 40 años muy interesante.
Mi recomendación más entusiasta para una novela que no se deja abandonar, sus 172 páginas piden luego reflexionar y seguir dentro del ambiente veraniego de ese precioso pueblo que es Cadaqués, en la Costa Brava.
(Recomendado por Isabel)
(Recomendado por Isabel)
La verdad es que tiene que estar muy interesante.
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