viernes, 2 de agosto de 2013

EL AMOR EN "DE A PARA X. UNA HISTORIA EN CARTAS" (JOHN BERGER)

La palabra amor está tan desgastada que a menudo pierde su sentido. A fuerza de aspirar a decirlo todo, termina por no lograr decir nada. Es como un cuchillo que ya no corta, con una estética bonita, sí, y lleno de promesas, pero que ha perdido su utilidad. Un filo romo, vacío y decepcionante.
Este libro es un buen afilador para ese cuchillo, contiene la invención adecuada para volver a insuflar un contenido a esas palabras desgastadas que lo han ido perdiendo.
Las cartas que le escribe A'ida a Xavier hablan de muchas cosas: la vida fuera de la cárcel, los pájaros que se posan silenciosos sobre una casa bombardeada, "como respuestas a unas preguntas que no tienen palabras", las anécdotas de su trabajo como farmacéutica, los colores del cielo o la amabilidad de la noche. Pero sobre todo hablan de amor, un amor que no ha perdido su filo con el paso del tiempo y la separación forzosa (e indefinida) entre los amantes. Un amor que me ha parecido sin duda lo mejor del libro y que me apetece describirlo aquí, darle vueltas como si fuera un prisma e intentar atrapar todos los destellos cambiantes que proyecta:
Amor como lucha, como supervivencia, como la única manera de existir sin traicionarse,
amor como pasado, presente y futuro, como esperanza y expectativa más allá del paso del tiempo,
amor como reacción visceral ante la perspectiva de un mundo en quiebra,
amor ciego y rotundo, apasionado como cualquier ideología, dulce como todas las promesas,
amor como arma y escudo, como refugio donde sobrevivir a la ausencia,
amor como rescate de cualquier naufragio cotidiano,
amor como desafío, como autoafirmación, como rebeldía, como ingenuidad de lo espontáneo,
amor como única forma de percibir el mundo, el filtro a través del cual puede ser imaginado,
amor como la delicadeza necesaria para no pisotear la sensibilidad que nos rodea,
amor como alivio para el desgarro de la separación y a la vez como el dolor que no quiere ser aliviado,
amor como un secreto que no puede destruirse, un secreto tan inmenso que se ha convertido en la promesa que lo habita,
amor tan lleno de significado, con tanta carga emocional que contiene en sí mismo todos los amores del mundo y al mismo tiempo es un universo único y completo.
Mientras leo estas cartas, imagino todo lo que el libro no cuenta, el consuelo que deben de provocarle al que las recibe, lo que sin duda significan para él. Imagino a Xavier leyendo las palabras de A'ida, una y otra vez, en su celda diminuta, alimentándose de ese amor completo, absorbiéndolo con ansia, agarrándose a él para despertar cada día.
Hay muchos libros buenos y redondos que me apasionan, que admiro y recomiendo sin reservas, y que pasan a través de mí sin dejar ninguna huella.
Hay otros libros, desgraciadamente muy pocos, que, independientemente de su solidez o coherencia, de que sean más o menos admirables, por alguna extraña afinidad pasan a través de mí y permanecen.
Éste es sin duda uno de ellos.


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