sábado, 18 de enero de 2014

TE LLEVARÉ CONMIGO

Son dos historias de amor, pero que nadie se engañe, Ammaniti puede herir la sensibilidad de cualquiera que vaya buscando brumosos atardeceres toscanos, florecillas líricas y caritas de Bambi. Su prosa es rápida, brutal, con profusión de registros vulgares, violenta y sórdida, y tiene el ritmo de una locomotora sin frenos cuesta abajo. Le da una buena tunda de golpes bajos a cualquier búsqueda de delicadeza pero luego te sorprende con una escena tierna o un párrafo hilarante y te quedas pensando que otra vez, otra vez te la ha jugado.

Son dos historias de amor con escasas probabilidades de éxito en un pueblito marginal al lado de una laguna llena de mosquitos. Es la Italia fea y mísera del abandono, donde sobreviven personajes muy malvados, muy inocentes y muy maltratados por una variedad asombrosa de desgracias, muy locos y dados a las extravagancias y a las decisiones más radicales. Y es una historia de violencia adolescente, de un matón de instituto que encuentra un placer sádico en aterrorizar al chico más tímido y débil de su clase, Pietro Moroni, verdadero protagonista de esta novela. Pietro Moroni, que sólo quiere estudiar mucho para aprobar sus años de escuela y huir de una familia devastada y violenta. Pietro Moroni, que casi tiene que pellizcarse cada día para creerse que la maravillosa Gloria, la chica más guapa, audaz y popular del colegio, sigue siendo, después de tantos años y para envidia de todos, su mejor amiga. Pietro Moroni, que siempre cede ante los golpes, que acepta como una fatalidad del destino sufrir las palizas de los más fuertes pero que guarda en su interior una secreta resistencia a dejar que su pequeño infierno cotidiano entre del todo en su interior, le contagie su veneno de violencia y le acabe convirtiendo en un monstruo. Pietro Moroni, que no sabe las cosas terribles que podría ser capaz de hacer para huir de su mísero pueblo, huir a un lugar donde la esperanza sea una autopista de cinco carriles de dirección única y pueda decirle a Gloria "prepárate, porque cuando pase por Bolonia te llevaré conmigo."


Me quedo con los ojos transparentes de Pietro Moroni, un niño en el umbral del mundo sucio y extremadamente hostil de los adultos, una cara alzada que mira hacia las nubes, hacia todo lo que no comprende, y que espera encontrar, contra todo pronóstico, algún tipo de recompensa para su inocencia.

1 comentario:

  1. Impactante! Todavía no me recupero de la impresión que esta espléndida novela me ha dejado. La complejidad, los matices de unos personajes masculinos de una violencia que nunca he podido comprender. El pequeño Pietro Moroni, víctima inocente con el que me he identificado tanto... Imposible abandonar la lectura, te atrapa y cuando no puedes soportar más la tensión, unas pinceladas de humor y unos diálogos ingeniosos y chispeantes te dan un respiro para continuar viviendo dentro de una historia que refleja de forma magistral una parte de la sociedad mediterránea tan enferma, de donde puedes comprender que surja el terrorismo. IMPRESCINDIBLE.

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