Tener el privilegio de acercarse a dos mujeres tan insólitas, gracias a un relato de viajes tan apasionante como El camino cruel, ha sido un regalo inesperado.
Ella Maillart y Annemarie Schwarzenbach fueron dos mujeres suizas que, en 1939, cuando empezó la Segunda Guerra Mundial, cuestionaron la brutalidad del Nazismo y de las sociedades occidentales contaminadas por un capitalismo despiadado. Tenían 36 y 31 años, respectivamente, y decidieron marcharse en un viaje de seis meses desde Suiza hasta Afganistán en un Ford sin más compañía ni ayuda de nadie.
Ella Maillart era deportista, practicaba vela y esquí. Con 16 años fundó un club de mujeres para jugar al hockey, a los 21 años fue la única mujer en la Regata Olímpica suiza, con 27 años decidió viajar a Rusia, pero no tenía dinero y se fue a París a dar clases de inglés para recaudar fondos y, al tiempo, aprender ruso. Hizo amistad con la viuda de Jack London que le entregó cincuenta dólares para su viaje, una cantidad importante en aquella época. Como consecuencia de ese viaje, en el que cruzó por primera vez el Cáucaso, escribió su primer libro. Dedicó buena parte de su vida al periodismo y la fotografía. Fue una viajera llena de curiosidad y coraje.
En 1935 inició un viaje de seis mil kilómetros con Peter Fleming, del periódico The Times, de Pekín a Srinagar, Cachemira, que duró siete meses. En 1937 cruzó la India, Afganistán, Irán y Turquía.
Llegó 1939, donde se inicia el relato de El camino cruel, y se unió a Annemarie Schwarzenbach, a quien llamaría "Cristina", para iniciar un viaje que las llevaría desde Ginebra, en seis meses de travesías increíbles, desde la perspectiva actual, hasta Kabul. Annemarie era una muchacha con trastornos psicológicos y adicta a la morfina, amiga de los Mann, padre e hijos. Thomas la llamaba "el ángel devastado". Tuvo amistad también con Carson McCullers y murió en un accidente de bicicleta con 34 años. Fue arqueóloga, filósofa, periodista, fotógrafa y novelista. Pertenecía a una familia inmensamente rica y, aunque se casó muy joven, su homosexualidad le creó graves trastornos y sufrimientos.
Años más tarde, cuando Ella vivía en Chandolin, a dos horas de Ginebra, la revista Altair le hizo una entrevista en dos partes, cuyos links añado más abajo, que incluyen comentarios muy interesantes.
Un libro para leer despacio, consultar los itinerarios y reflexionar, profundizando en el momento tan dramático y tan especial en que fue escrito.
http://www.altairblog.com/usuario/apadrol/blog/11/entrevista_a_ella_maillart_-_primera_parte
http://www.altairblog.com/usuario/apadrol/blog/11/entrevista_a_ella_maillart_-_segunda_parte
(Recomendado por Isabel)
Qué bien, porque compré el libro hace poco un poco por impulso, aunque he leído algo de Annemarie Schwarzenbach. Lo leeré con google y libreta a mano :)
ResponderEliminarUn abrazo