Perdida es una abrumadora historia de amor. Y la mayoría de la gente que conozco se llevará las manos a la cabeza, ¿una historia de amor? ¿
eso, eso es
amor? Para mí, sí, desde luego. Amor omnipresente y sobrecogedor, casi terrorífico, pero AMOR con mayúsculas.
La historia es en principio muy sencilla, muy clásica: tenemos una desaparición, sangre derramada, dinero e infidelidad como presuntos móviles, codicia, pasión, policías testarudos y el sospechoso habitual. Y tenemos por supuesto una víctima, o mejor, varias posibles víctimas, porque nada es en realidad lo que parece, no hay héroes ni personajes entrañables ni ningún modelo perfecto de conducta. Además, la estructura del libro es muy inteligente, con la alternancia de la voz femenina en forma de diario y la voz masculina en presente, tan definidas y convincentes las dos. Hasta aquí, thriller al uso, novela negra de manual.
Pero Perdida es mucho más que eso. Perdida utiliza la historia cotidiana de un matrimonio para sumergirnos en un mundo complejo, escalofriante y también desconcertantemente lúcido. A la vez que nos quita la respiración con una trama perfecta, disecciona hasta el hueso la evolución de un amor perfecto, la embriaguez de las primeras semanas, la certeza de haber llegado por fin a ese sueño del amor absoluto, la necesidad de exigirte ser mejor de lo que has sido, ser mejor de lo que en realidad eres para estar a la altura de la admiración del otro, y de ahí pasar a ese encantador fingimiento, a incorporar todos los gustos del otro a los tuyos en busca de una desenfrenada perfección, como si nada pudiera desagradarte, ceder constantemente a la agotadora exigencia del amor, una y otra vez, indefinidamente, hasta sorprenderte pensando que quizá, como Amy le dice a Nick, "la única temporada de tu vida en la que te sentiste a gusto contigo mismo fue fingiendo ser alguien que a mí me podría gustar".
Si aceptamos que el amor no puede ser una línea recta entre un principio y un final felices, si aceptamos que el amor a largo plazo es un juego muy muy peligroso, entonces Perdida es sin duda una maravillosa, implacable y abrumadora historia de amor.